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En los marcos de un procedimiento civil y de arbitraje, los tribunales tienen el derecho de preparar la resolución judicial en su pleno volumen en un plazo de 5 días hábiles, y los jueces en casos administrativos - en un plazo de 10 días hábiles.

¿Qué se puede hacer en las situaciones (lamentablemente no son muy infrecuentes), cuando los jueces tardan en preparar la resolución?

Normalmente, los retrasos en la preparación de la parte motivadora de la resolución judicial, se deben a la alta ocupación de los jueces, lo que especialmente es actual para los juzgados de Moscú y la Provincia de Moscú. Tiene sentido aclarar con el juez en el día de la pronunciación de la resolución, los plazos de su preparación (normalmente, los jueces, comprendiendo su ocupación, pueden comunicar la fecha aproximada). Sin embargo, esto no es una panacea: a veces el juez dice que la resolución estará preparada, por ejemplo, dentro de dos semanas, y pasan dos meses y la resolución sigue sin estar preparada.

Primer paso.

Una vez finalizado el plazo comunicado por el juez, hay que dirigirse a la oficina de asuntos civiles, o al despacho del juez, para informarse si la resolución está preparada: si existe la posibilidad de contactar por teléfono, hay que llamar insistentemente. Si es imposible contactar por teléfono, habrá que personarse en el juzgado.

Segundo paso.

Si la resolución no está preparada, puede dirigirse al presidente del correspondiente tribunal, presentando una solicitud de aceleración de preparación de la parte motivadora. En la solicitud hay que especificar la fecha de pronunciación de la resolución, la fecha cuando la resolución tenía que estar preparada finalmente, así como la cantidad de tiempo que ya ha transcurrido a partir de esa fecha.

A menudo, los presidentes de los juzgados se pronuncian en contra de satisfacer la solicitud de aceleración, sin embargo tienen la posibilidad de influir en el juez, lo que finalmente hace que aparezca la tan esperada resolución.

Tercer paso.

Si esa medida no ayudó, y realmente pasó mucho tiempo (en la práctica, se dan casos cuando la parte motivadora de la resolución tarda en prepararse un año y más), el siguiente paso consiste en presentar un recurso a nombre del presidente del tribunal de apelación. Éste puede enviar una instrucción al tribunal de primera instancia y establecer un plazo para su ejecución. Hay que decir que tal forma de influencia sobre el juez ocupado o negligente, no está prevista por la ley. Sin embargo, queremos recordar que todos los medios procesales son buenos en la lucha para la obtención de los resultados de los afanes judiciales.

Cuarto paso.

Si esta medida tampoco dio resultado, y la resolución en su forma final sigue sin aparecer durante varios meses, tiene sentido dirigirse a la Junta de Calificación de Jueces, presentando una queja en contra del concreto juez. La queja se presenta en la Junta de Calificación de Jueces de la entidad constituyente, donde se encuentra el juzgado y el juez que cometió la demora.

La Junta de Calificación de Jueces analiza cada solicitud y obliga al correspondiente juzgado a explicar las actuaciones del juez. Esta medida es real y acelera el proceso demorado de obtención de la resolución.

Paso adicional.

Si el juez se queja de una gran ocupación, siempre se le puede proponer que prepare el proyecto del acta judicial. Esta práctica es muy extendida en los juzgados de arbitraje, y para los juzgados de jurisdicción general – de momento, más bien, es una excepción. Una vez redactada una resolución motivadora correcta, la parte ganadora, evidentemente, podrá acelerar el proceso, prestándole así una gran ayuda al juzgado eternamente ocupado.

En general, el proceso judicial no sólo consiste en la lucha de argumentos, en preparar correctamente la documentación y participar debidamente en las vistas de los casos, también hay que tener en cuenta el pesado proceso de redacción de documentos y presentación de quejas, solicitudes, así como los desplazamientos y llamadas (que no siempre dan resultado). Para lograr el resultado, no sólo hay que dominar muy bien la jurisprudencia y tener experiencia, también hay que ser infinitamente insistente.

Preguntas para el jurista

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