Disputas contractuales en el tribunal de arbitraje

Las disputas contractuales surgen entre empresas y empresarios individuales en cuestiones relacionadas con infracciones, cumplimiento o rescisión de contratos. Puede tratarse de contratos de arrendamiento (subarrendamiento), compraventa, suministro de productos, prestación de servicios, ejecución de trabajos de construcción.

Obviamente, la resolución de disputas en los juzgados debe realizarse basándose en los principios de legalidad, igualdad de derechos, posibilidad de contradicción y notoriedad.

Principales aspectos a tener en cuenta a la hora de solucionar tales disputas:

1. Preparación de documentos y pruebas. En esta etapa hay que reunir toda la documentación existente que pruebe la suscripción y el cumplimiento del contrato, así como otras pruebas que pueden influir en el caso. Es importante recordar que la presentación de una información incompleta y no fidedigna puede resultar en la denegación de la reclamación.
2. Determinación de la competencia judicial y la jurisdicción. Para decidir a qué tribunal de arbitraje hay que acudir con la demanda, hay que regirse por las disposiciones del Código de Procedimiento Arbitral.
3. Formalización de una escritura de reclamación. La escritura de reclamación debe redactarse de conformidad con los requisitos de la ley, debe contener los datos y anexos requeridos. Debe indicarse la razón de la presentación de la escritura de reclamación, presentarse las exigencias concretas y aplicarse los documentos probatorios.
4. Participación en audiencias judiciales. Una etapa importante es la participación en audiencias judiciales, donde las partes tienen la posibilidad de presentar sus argumentos, solicitudes, llamar a testigos y expertos. El resultado del caso dependerá de la profesionalidad con la que se lleve el proceso.
5. Apelación de decisiones judiciales. Si una parte no está de acuerdo con la resolución, tiene derecho a recurrirla ante un tribunal de arbitraje superior. Para ello hay que preparar un recurso de apelación o de casación, donde se deben indicar todas las infracciones considerables cometidas por el tribunal de primera instancia.
6. Ejecución de la sentencia judicial. Después de que la sentencia entra en vigor, debe ejecutarse de forma obligatoria. Por el incumplimiento de la sentencia judicial está prevista una responsabilidad en forma de multa, embargo de bienes o acciones penales.
7. Acuerdo de paz. Durante el desarrollo del proceso judicial las partes pueden llegar a un acuerdo de paz que prevea concesiones mutuas y finalización de la disputa bajo condiciones determinadas.

En conclusión, hay que destacar que la resolución de disputas contractuales requiere un enfoque profesional, conocimiento de la legislación y de la práctica judicial, así como la habilidad de defender su posición en el juzgado. Es imprescindible un apoyo jurídico de calidad: se podría decir con seguridad que un tribunal de arbitraje no es el sitio idóneo para que uno pueda actuar según su propio parecer.