Contrato de suministro

El contrato de suministro es uno de los contratos principales en la actividad emprendedora, que a su vez es un contrato de compraventa. La principal particularidad consiste en que se celebra entre personas que desempeñan actividad emprendedora, y para el uso de productos con fines emprendedores. Como consecuencia, las disputas en tales contratos se analizan por juzgados de arbitraje, y no por juzgados de jurisdicción general.

• Al suscribir un contrato de suministro hay que acordar las condiciones esenciales del contrato, como por ejemplo las condiciones relativas al producto. En el contrato debe estar definido claramente el nombre y la cantidad del producto a suministrar. Si tales condiciones no se especifican, el contrato no se considerará suscrito.
• Las condiciones sobre los plazos de suministro y el precio del producto no son condiciones esenciales del contrato. Si ninguna de las partes estableció que debe alcanzarse un acuerdo sobre los plazos de suministro o el precio, entonces esas condiciones se determinan según las normas, establecidas por la legislación civil. De tal modo, el producto debe ser pagado por el precio, que bajo circunstancias comparables normalmente se cobra por productos, trabajos o servicios similares.

Si el plazo de suministro en el contrato no está definido, y en el contrato no está claro, cuando debe realizarse el suministro, la obligación del vendedor sobre el suministro del producto debe cumplirse en un plazo de siete días desde el momento de la presentación de la exigencia de su cumplimiento por el comprador.

Desde nuestro punto de vista, el contrato debe ser detallado y completo, debe reflejar las circunstancias fácticas, es decir precisamente el proceso de la interacción con su proveedor o cliente, y no ficticio, al estilo «cualquiera sirve: por ejemplo, lo descargamos de Internet y ponemos el nombre del producto, el precio y el plazo de suministro».

• Hay que decir que en la práctica judicial la mayor cantidad de disputas está relacionada precisamente con el impago de los productos suministrados o con el incumplimiento de los plazos de suministro.

Por eso, al suscribir un contrato de suministro no hay que regirse por las disposiciones generales de la legislación civil. Hay que determinar claramente y detallar en el contrato todas las condiciones de suministro.

También es importante prestar atención, a la hora de recibir y controlar el producto, a la presencia de la documentación de transporte y documentación acompañante prevista por la ley. El producto realmente suministrado debe coincidir con los datos especificados en esa documentación.

Por el contrato pueden establecerse personas, autorizadas para recibir y controlar el producto y para su entrega (recepción). Si tal condición existe, a la hora de recibir y controlar el producto es importante comprobar la autorización especificada, es decir solicitar la presentación de la escritura de poder de tal empleado y la realización de una copia de tal escritura. En la práctica judicial hay ejemplos cuando una de las partes de la disputa hace referencia a la ausencia de autorización para la recepción y control o suministro del producto, y como consecuencia al cumplimiento indebido o al incumplimiento del contrato.

¡IMPORTANTE! Es conveniente beneficiarse de los servicios de un profesional jurídico ya en la fase de preparación del modelo del contrato de suministro, y no cuando surja un litigio y resulte que el contrato fue presentado por la contraparte y protege máximamente sus intereses, o fue descargado de Internet y compuesto por un empleado de la empresa, lejano de la jurisprudencia.

Los profesionales jurídicos de la compañía «Pravo y Slovo» le ayudarán tanto en la fase de la suscripción del contrato, para determinar los posibles riesgos y detallar las condiciones importantes, como en caso de una vista judicial para proteger los derechos infringidos. ¡Llámenos o escríbanos ahora!