Sobre la preparación para una audiencia judicial

El participante del caso debe preparase para cada audiencia judicial. De lo contrario, la situación durante la vista del caso puede desarrollarse de una forma impredecible. Este artículo no tratará de la preparación del juzgado para la audiencia: todos estos procedimientos están claramente reglamentados por el capítulo 14 del Código de Procedimiento Civil de la Federación Rusa.

Se tratará de los pasos a seguir por un participante del proceso para que la vista del caso se realice de la forma más productiva.

En primer lugar, hay que formular claramente su posición al respecto. Debe ser una posición que se comunique de forma argumentada, y al mismo tiempo – breve: para que el juez la pueda entender prácticamente al momento. Antes de la vista del caso, es muy aconsejable repasar todos los criterios preparados para el discurso.

A su vez, hay que pensar en las posibles réplicas de su oponente y estar preparado para contestar cada una de ellas. Por ejemplo, si las decisiones de los peritos judiciales resultan a su favor, debe estar preparado que durante la vista del caso el oponente tratará de cuestionar los resultados de la peritación.

Si en una disputa es imposible prescindir de una petición de solicitud de pruebas, hay que formular tal necesidad de la forma más precisa y convincente posible. Hay que estar preparado para explicarle al juzgado por qué tiene dificultades para obtener las pruebas necesarias.

Un jurista siempre tiene la duda de si es mejor que el cliente esté presente en la vista del caso o si es mejor actuar solo. Todos los juristas pasaron por situaciones, en las cuales unas explicaciones no pensadas o no correctas del cliente, tan sólo dificultaron o incluso imposibilitaron ganar el caso.

Desde nuestro punto de vista, el cliente sólo debe asistir en el caso de que su personalidad tenga un valor imprescindible para el juzgado o decisivo para ganar el caso. Por ejemplo, en casos de asuntos familiares, donde se trata de determinar el lugar de residencia de un menor, la personalidad del cliente juega un papel importante para resolver el caso con éxito, por lo que es imprescindible que el cliente se persone.

Si el éxito no depende de la personalidad del cliente, su participación personal en el proceso será una cuestión sometida a su propio deseo. Si el cliente desea participar en la vista del caso, es importante explicarle que la espera puede durar un día completo, mientras que la duración real de la vista puede ser de tan sólo unos minutos. Al fin y al cabo, el trabajo de un representante supone, entre otras cosas, un importante ahorro de tiempo para el cliente.

De esta forma, cada audiencia judicial requiere una minuciosa preparación, un cálculo de las posibles acciones del oponente, mientras que la participación personal del cliente es opcional.   

En general, consideramos que el cliente no debe participar en los procesos de forma independiente, sin su representante. Hay que tener en cuenta que el trabajo judicial es una cuestión complicada, que requiere personas preparadas – juristas o abogados, especializados en una determinada categoría de casos. No existen y no deben existir especialistas – “expertos en todos los oficios” ni entre los médicos ni tampoco entre los juristas.

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