Inspección jurídica de contratos

Análisis jurídico de un contrato (inspección jurídica) es una revisión de los términos del contrato para identificar a tiempo los riesgos del mandante. Este se puede hacer a cuenta propia pero nosotros siempre recomendamos confiar este trabajo a un abogado.

¿Cuándo se necesita realizar una inspección jurídica de un contrato ya elaborado?

1. El texto del contrato es difícil de leer porque contiene largas frases llenas de clichés legales y formalismos. Al leerlo usted está perdiendo el hilo y no está seguro que entiende por completo su sentido.

Las empresas, especialmente los bancos, al redactar contratos abusan intencionalmente del hecho de que complican la comprensión del texto, copiando las normas de la ley. En lugar de transmitir la información al usuario final de forma más simple para su compresión, los autores de tales textos utilizan la redacción usada por el legislador. A veces los términos están redactados de tal manera que casi se pierde el sentido. Hasta para un abogado le resulta difícil llegar al grano. Como resultado el lector se siente indefenso ante el auto de tal documento.

He aquí un ejemplo de una figura compleja (aunque no la más complicada) en un contrato:

“En caso de que el producto esté disponible y sea posible cumplir con el pedido, el Acreedor se compromete a responder a la orden del Deudor a más tardar al final del día siguiente hábil después de recibir la orden de parte del Deudor. Los días hábiles se calculan según lo estipulado en el lugar de ubicación del Acreedor. Esta respuesta se realizará mediante la confirmación de la orden a través de la acción correspondiente en la cuenta personal del Acreedor y/o a la dirección de correo electrónico especificada por el Deudor en la cláusula 10 del Contrato.”

En pocas palabras, este párrafo significa que si es posible entregar las mercancías, el contratista notificará al cliente a través de la cuenta personal o por correo electrónico dentro de 1 día hábil desde la recepción del pedido.

1 Cada parte en el contrato trata de prever condiciones más favorables para sí mismo: fijar indemnizaciones por el incumplimiento bajas para sí misma en caso de incumplimiento de obligaciones, y penalizaciones altas para la contraparte. No es fácil reconocer este tipo de engaños debido a una redacción vaga u ornamentada. Se requieren explicaciones, una versión clara de la cláusula dudosa y una defensa sólida de su postura.

1 Hay que revisar que el contrato cumple con la legislación vigente. Los abogados internos de las empresas no siempre repasan los contratos estándar y siguen los cambios en la legislación para hacer los ajustes correspondientes en contratos modelo que poseen.

También puede suceder que la empresa no cuenta con un abogado interno, por esto durante años sigue usando el mismo modelo de contrato que en algún momento fue elaborado por algún abogado externo o simplemente fue descargado del internet. Como resultado, los términos del contrato se basan en disposiciones legales obsoletas y no vigentes.

Un contrato malo es una bomba de tiempo. Mientras todo va bien, nadie vuelve a revisar el texto, pero cuando surge una disputa y la perspectiva de un litigio,  el contrato se examina minuciosamente y se revelan aspectos sorprendentes: acuerdos que a no son relevantes, prácticas que no se dejaron de seguir previamente y cláusulas que no son obligatorias, ya que se habían acordado verbalmente otros términos.

Para evitar caer en tal situación y sentirse seguro durante las negociaciones y en caso de litigio, recomendamos tomarse el tiempo necesario para realizar una inspección jurídica exhaustiva al momento de firmar cualquier contrato.

Nosotros ofrecemos:

• análisis detallado del texto contractual;
• discusión de los objetivos de la transacción y los intereses de cada parte;
• verificación de la conformidad del contrato con la legislación vigente de la Federación Rusa;
• identificación de riesgos y cláusulas desfavorables para el cliente;
• interperetación del significado de las cláusulas contractuales.